Los parches de tecnología y conocimiento libre de Colombia ante la realidad social y política del país.

«No hay justicia alguna en obedecer leyes injustas. Es tiempo de salir a la luz y en la gran tradición de la desobediencia civil, declarar nuestra oposición a este robo privado de la cultura pública.»
Manifiesto por la Guerrilla del Acceso Abierto

Son tiempos difíciles los que atraviesa el proceso de paz en Colombia. En los últimos días hemos vuelto a la normalidad del conflicto, si es que un conflicto la magnitud del colombiano puede ser normal. Nuevamente empiezan las dinámicas de la guerra porque el cese unilateral fue levantado por las FARC, al ver como las fuerzas armadas asesinaban a muchos de sus miembros en medio del proceso de paz, que desde el inicio se indicó, debía estar en medio de la guerra.

Los beneficios que tuvo el país con el cese unilateral en sus escasos 5 meses que estuvo vigente fueron enormes. Según el Frente Amplio por la Paz que le hizo seguimiento, se evitaron más de 160 muertos y mil heridos de la fuerza pública.1

La invitación que se hace es a que hoy más que nunca nuestra voz como jóvenes comprometidos con otras formas de entender la realidad, sensibles ante un país desangrado, que no ha respondido a sus necesidades más profundas por estar despilfarrando dinero en tecnologías importadas para la muerte, podamos seguir trabajando mancomundamente en una iniciativa juvenil por el cese bilateral al fuego y por la paz con justicia social de Colombia. Ello en el entendido que nuestras apuestas por la tecnología libre no se dan en lo abstracto, sino en realidades concretas. Trabajar en tecnologías libres y ser activistas de las mismas es aportarle a la paz del país, pues finalmente con esto estamos posicionando el conocimiento propio, la creatividad, la vida ante lo que pareciera nos hubieran condenado: a producir para matar.

¿La propuesta qué implica? Sencillo, desplegar todas las iniciativas creativas que cada uno y cada una de ustedes tiene en su trabajo diario con “las gafas” de la paz. Es decir, ponerle la reflexión sobre el tema en los espacios cotidianos. Por ejemplo, que en una una escuela sobre la importancia del conocimiento en la era de la privatización podamos incluir cómo la guerra nos ha arrebatado en el país la posibilidad de generar conocimiento propio. O si la cita es sobre cifrado, por qué no hablar de cómo los organismos del Estado han utilizado sus recursos y la tecnología extranjera para espiar a personas “inconvenientes” como magistrados de las altas cortes, o dirigentes de movimientos sociales.

Si estamos en las redes sociales: #CeseAlFuegoBilateralYa

En todo caso, el llamado es a decirle NO a la indiferencia. Colombia necesita de su juventud activa, para que ningún otro u otra vaya a morir a la guerra, para que se enfoque el presupuesto de la nación en lo que lo necesitamos: salud, educación, ambiente, tecnología; es decir, en justicia social.

1. Disponible en http://issuu.com/comunicacionesfrenteamplio/docs/cuarto_informe_veeduria_cese_unilat